El otro día escuché esta canción y al ver el videoclip, cómo
no, lo relacionó con la educación. Para el que no lo conozca, en este videoclip
se muestra la vida de este artista a través de vídeos desde su infancia,
adolescencia hasta la actualidad. En la mayor parte de los mismos él aparece
tocando algún instrumento. A partir de esto surge esta reflexión.
Excepto en
algunos casos, la mayor parte de los artistas estuvieron durante toda su vida
en contacto con la música y los instrumentos. Entonces podemos llegar a pensar
que el mundo está plagado de artistas en potencia que nunca han tenido la
oportunidad de estar en contacto con los instrumentos, poder conocerlos y
probarlos, saber si les gustaban y si su futuro podría estar relacionado con la
música. Entonces, ¿qué papel tiene la educación artística y musical que se
lleva a cabo en las escuelas?, ¿sólo aquellos que tengan la oportunidad de ir a
una escuela de música o tengan acceso a instrumentos en sus casas podrán
conocerla, experimentarla y disfrutar de ella?.
Desde mi
experiencia, en mi colegio sólo tocábamos el pandero, la flauta y el xilófono,
algo que a mí me parecía realmente aburrido y no se me daba del todo bien.
Nuestra maestra nos mandaba aprendernos partituras de canciones que a ella le
gustaban (porque, la verdad, a ninguno de mis compañeros se les veía muy
entusiasmados con ellas), para tocarlas todos juntos en clase y después
realizar un examen individual delante de todos los compañeros (te temblaban
todos los dedos y no acertabas ni a soplar). Además, en el aula teníamos un
piano que sólo podía tocar la profesora ya que era un instrumento muy caro que
nosotros podríamos estropear, así que, nunca llegamos a tocar ese piano.
Por otro
lado, si pensamos en la formación de ingenieros, médico o matemáticos (como
ejemplo, no es por meterme con ninguna de estas profesiones) a lo largo de todo
nuestro recorrido por el sistema educativo tenemos acceso a materias que nos
acercan a dichas profesiones. Por tanto, ¿estamos empujando a los alumnos hacia
el mundo de la medicina o la ingeniería sin que, tan siquiera, ellos puedan
tener una experiencia real y positiva con la música y más en general con el
arte?, ¿son más importantes las materias “de ciencias” o “de letras” (lo pongo
entre comillas porque son expresiones que no me gustan nada) que las que están
relacionadas con el arte?.
En
definitiva, son muchas cosas que debemos repensar para poder darles a nuestros
alumnos una formación completa, en la que ellos puedan escoger realmente qué es
lo que les gusta y a qué quieren dedicar su futuro. Y, además acabar con todos
los prejuicios que los propios docentes generan sobre aquellas asignaturas o
caminos educativos (por ejemplo, bachillerato, FP o carreras) que están
destinados a la formación artística, ciencias sociales… Es decir, todas
aquellas que elecciones que no están relacionadas con las ciencias, a las que
se les ha dado una connotación de fáciles, sin salidas profesionales,
destinadas a aquellos que no quieren hacer otra cosa o no saben qué hacer con
su vida y un larguísimo etcétera de aspectos negativos que todos hemos oído más
de una vez en nuestra vida. Con todo esto quiero pedir que dejemos a los
alumnos libertad de experimentación, para que ellos mismos descubran y elijan,
ya que no todos tienen las mismas oportunidades en su familia y, por tanto, es
la escuela y su papel compensador, la que tiene que ofrecer las mismas.
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