La siguiente entrevista a
César Bona me parece muy recomendable para todos los públicos especialmente para
padres y docentes (tanto los que ya están ejerciendo o los que, como en nuestro
caso, nos estamos formando). Os dejamos aquí un enlace para que podáis
leerla y una pequeña reflexión sobre lo que nos ha parecido más relevante.
Como habéis podido
observar en ella se han tratado temas sobre los que hemos hecho hincapié a lo
largo de la carrera.
Cuando empezamos a leer la
entrevista podemos observar lo siguiente; “César Bona (Zaragoza, 1972)
se convirtió hace unos meses en el mejor maestro de España al dar a conocer sus
proyectos educativos en el aula”. Y es que en esta presentación nos da la clave para
un suceso que quiero destacar a continuación. Este docente consiguió ser
nombrado mejor maestro de España a partir de dar a conocer los proyectos que
trabaja en el aula. Los docentes debemos documentar nuestro trabajo. Las
escuelas deben ser espacios accesibles en los que se dé a conocer lo que se
trabajar; deben ser edificios de cristal y no de hormigón. Citaba Alfredo Hoyuelos
en texto “Documentación como narración y
argumentación”1 una frase de
Malaguzzi que decía; “Lo que no se ve no existe”. Frase
muy tajante y que deja muy claro que el camino para hacer conocedores a los
padres y a la sociedad de lo que sucede en el aula de infantil hay que mostrarles
lo que hacemos, de esta manera podremos evitar que los padres piensen que
estamos haciendo algo raro por no seguir un libro de texto, o que no hacemos
nada porque los niños no llevan a casa tareas (tema sobre el que haremos
mención más adelante).
Tenemos que asimilar que nuestra
visión de la educación debe de ir un paso más allá de lo que se viene
produciendo de forma habitual. Estamos en un mundo dinámico, en constante cambio,
por lo que nuestro método de trabajo se debe adaptar a ello. Los niños deben
ser protagonistas activos en las aulas. Debemos de conocerlos individualmente y
trabajar pensando mucho en sus intereses. Como bien dice César; si las
tecnologías están ahí por qué ocultarlas y no trabajar con ellas. Pueden y
deber ser una herramienta de trabajo. Todo lo que tenga una finalidad clara y
útil debe ser aprovechada en el aula.
Por otro lado, me parece
fundamental el contacto entre las distintas etapas y no crear mundos distantes.
Está claro que todos nos podemos enriquecer y que podemos compartir numerosas
experiencias que nos pueden conducir a mejorar en nuestra práctica educativa y
que de todo esto, además de nosotros, saldrán beneficiados los niños. Al igual
sucede con la relación entre las familias y los docentes. Es muy importante lo
que se menciona de dar relevancia a aspectos de sentimientos y sensaciones de
los niños. Quizás un día se levanta triste y resulta que tiene una prueba y el
docente lo desconoce y no entiende el porqué de su mal resultado. Con una buena
comunicación se podrían mediar en muchas situaciones y tratar de solucionarlas
y que no deriven en consecuencias negativas.
Mencionaba en un principio
las tareas, que cada vez están más cuestionadas. Bona se muestra contrario a
mandar deberes a los niños y recuerda su visión de pequeño en la que dejaba las
tareas totalmente de lado. Si todos echamos la vista hacia atrás podamos
recordar que no era nuestro momento más esperado del día y que muchas cosas nos
quitaban de hacer lo que realmente nos apetecía. Yo no me muestro partidario de
suprimirlas, creo que no está mal realizar alguna actividad de repaso, pero los
docentes debemos ser muy conscientes de la carga que tienen los niños. No
podemos ver nuestra asignatura como si fuera la más importante o la única
porque al final eso solo les hace acumular trabajo y no poder disfrutar. A
partir de haber fomentado la curiosidad y ganas de aprender desde edades muy
tempranas debemos de tratar de buscar tareas que busquen eso, que para los
niños sea algo deseable y apetecible, que lo vean como un juego y no como más
trabajo. Para cerrar, vuelvo a insistir en lo mismo con una frase de la entrevista que me ha encantado.
El niño “Debe tener tiempo para jugar. Y
para aburrirse porque así empezará a descubrir cosas”.
1 Hoyuelos, A. (2007): Documentación como narración y argumentación. Aula de Infantil, n. º 39, pp. 5-9. Barcelona: Graó.
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